...y de repente ves esto y ya no queda mucho más que decir...
Y es verdad. Estabamos mi madre y yo en la cocina hablando de cualquier cosa, y de repente los dos nos callamos y nos quedamos como dos idiotas mirando la televisión, ninguno abrió la boca para decir nada. cuando termino nos miramos y yo sonreí. A veces la publicidad nos deja sin palabras.
Un saludo
2 comentarios:
Qué bien se lo montan los marketingistas tocándole la fibra a la gente... Realmente lo hacen bien, porque mientras estás viendo el anuncio llegas a creer que lo que dice el abuelete es verdad jajaj Y luego regresas a la realidad y te das cuenta del asco de mundo que nos rodea. Qué pena que sólo dure un minuto y medio. Aunque no sé yo si tan bien lo hacen, porque a mí en lo que menos me da que pensar es en la coca-cola... ellos sabrán.
Es que de verdad, ¿hay qué decíroslo todo? CocaCola es la mismísima fábrica de la felicidad!
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