martes, 29 de septiembre de 2009

mi amigo el ibuprofeno

Ayer sufrí el que ha sido muy probablemente el dolor de cabeza más duro de mi vida. No por el tiempo que duró (que también) sino por la intensidad y la falta de remedio... Empezó a eso de las dos del mediodía y como no tenía ibuprofeno en casa (mi gran amigo) después de comer me acosté con la esperanza de: primero encontrarme mejor al despertarme, y segundo tener algo en casa que tomarme. Lo primero no pasó, pero lo segundo si; mi padre me había traído unas pastillas casi milagrosas que no me ayudaron mucho (Tonopan creo que se llaman) y eso que me tomé cuatro... Pero bueno, algo si que me aliviaron porque a las nueve tenía ensayo con la banda (imagínate las cornetas) y la cosa no fue tan mal. No salí peor que entré.


Llegué a casa y como ya estaba dopado completamente no me tomé nada y a eso de las diez y media ya estaba en la cama. Después de una noche horrible en la que mucho no dormí, a las sies de la mañana me estaba poniendo una toalla mojada en agua fría por la frente cosa que mejoró la situación. A las siete me desperté y desayuné con mis madre que iba a trabajar, me tomé un ibuprofeno y me acosté hasta las once de la mañana.

Me desperté mucho mejor, pero no bien del todo. Después de comer me he tomado otro ibuprofeno que ya me ha dejado bien, aunque tengo la cabeza un poco atolondrada por el día de ayer...

Un saludo
foto: anto-XIII

2 comentarios:

Pili Gimenez dijo...

ostras tioooo
¡cuidate esa cabecita de melocotón!

^^

Javi dijo...

de meloooon de melon, de melón, melón melón melón melóoooooooooooooon jajajajaja besotes!